La medicina estética se ha propuesto ser cada vez menos invasiva y no solamente respecto al instrumental o tipo de procedimiento a realizar, sino también en cuanto a los productos que se aplican. Ahora, volver el tiempo atrás es posible conjugando enzimas de nuestro propio cuerpo.
Los tratamientos a base de enzimas dan resultado, son duraderos, no producen rechazo y están muy lejos del costo de una cirugía o lipoaspiración. Su aprovechamiento en dermatología es un verdadero hallazgo que gana adeptos.
Aunque su definición técnica no está al alcance de todos, puede decirse que las enzimas con moléculas orgánicas que trabajaban catalizando las reacciones químicas del cuerpo. Es decir: moléculas que aceleran el trabajo de las células (o sustratos), cuando -por ejemplo- se necesita coagular sangre, descomponer alimentos o aprovechar las grasas acumuladas.
Así, existen gran variedad de enzimas, porque son específicas y cada una se “dedica” a un tipo de sustrato (tejido) determinado. Reconocerlas, aislarlas y sintetizarlas fue el fruto de investigaciones que comenzaron en 1833 y que recién en 1965 dieron forma a la nueva biología estructural.
Sin embargo, de la gran lista de enzimas existentes, la medicina estética utiliza en gran medida tres:
- LIPASA: trabaja sobre la grasa localizada, reduciéndola. Esta enzima acelera el proceso metabólico de quemar grasa, pero sin alterar o perjudicar a la célula en sí.
- COLAGENASA: reafirma. Actúa sobre las fibras de colágeno relajándolas y permitiendo que la piel se alise. Esto reduce el aspecto de la celulitis “desde adentro” actuando sobre sus variedades: fibrótica y edematosa.
- HIALURONIDASA: aumenta la circulación sanguínea y linfática, e incrementa la permeabilidad dérmica permitiendo a la piel retener al cantidad de líquido necesario para verse radiante.
¿En qué consiste el tratamiento con enzimas?
El tratamiento con enzimas se asocia a la mesoterapia, es decir la infiltración subcutánea de los principios activos combinados. Las microinyecciones se aplican directamente en la zona a tratar: rostro, abdomen, brazos, glúteos, piernas, etc.
En un procedimiento mínimamente invasivo y se realiza en consultorio.
¿Para qué sirve el tratamiento con enzimas?
Algunas de las aplicaciones del tratamiento con enzimas son:
- Minimizar arrugas y borrar líneas de expresión.
- Mejorar el aspecto de cicatrices de acné.
- Borrar cicatrices de quemadura o queloide.
- Minimizar el aspecto de la morfea (enfermedad de la piel que se caracteriza por manchas rojas o moradas, con bordes más claros y firmes).
- Tratar las estrías.
- Revertir la flacidez.
- Minimizar la celulitis.
- Eliminar la grasa localiza en el rostro (mentón, pómulos, papada) y redefinir el contorno facial.
- Eliminar la grasa localizada en el cuerpo (abdomen, glúteos, zona del “pantalón de montar”, parte interior de las rodillas, etc.).
¿Qué debo saber para después de la aplicación de enzimas?
Al tratarse de un procedimiento ambulatorio, el paciente vuelve a su vida normal inmediatamente después de la aplicación. Se recomienda, para el día del tratamiento, evitar ir a la pileta o la playa (por el cuidado básico de las microheridas que pudieran haber producido las agujas) y beber abundante agua.
Paralelamente y para que el efecto de las enzimas sea el óptimo, durante los siguientes 5 días de la aplicación, deberá llevarse una alimentación libre de carbohidratos.
¿Cuáles son los riesgos secundarios de este tratamiento?
De seriedad ninguno. Las enzimas forman parte de nuestro organismo y con la aplicación solo las reforzamos. Algunos pacientes sensibles pueden presentar hematomas en la zona de la aplicación, pero esto no sólo es poco común sino que remite en 48 horas.
¿Tiene contraindicaciones el tratamiento con enzimas?
No en general. Sin embargo, personas con alergias muy específicas deberían profundizar si pueden usar o no este cóctel de enzimas. No se recomienda aplicar a mujeres embarazadas o lactantes.
¿Cuánto tiempo duran los efectos de la aplicación de enzimas?
Los efectos del tratamiento dependen mucho del cambio que realice el paciente. Si a partir de la eliminación de la pancita, se vuelca a la actividad física y a una dieta/estilo se vida saludable, es probable que parte de la mejoría se quede para siempre. Si en cambio las expectativas recaen sobre las inyecciones, el tratamiento hará su efecto entre 6 meses y 1 año.
Al ser un elemento propio de nuestro organismo, las enzimas logran acelerar procesos naturales y nos permiten, de alguna manera, volver el tiempo atrás. Su trabajo es efectivo y puntual, la concentración del cóctel enzimático actúa sobre la zona a tratar en apenas dos semanas. No existe límite de edad para este procedimiento, que es apreciado tanto por mujeres como por hombres.